En tierra de nadie

Renaturalizar la colonia desde la cocina

Junto a Laura Gómez

Julio 2019

Trabajo Final de Máster

Escuela de Superior de Arquitectura del Vallès

La colonia de Viladomiu Vell se ordena en torno a un eje asfaltado con una mirada directa a la fábrica abandonada. El ancho de la vía asfaltada refleja la desproporcionalidad del espacio para el coche contra los vecinos, apenas 90. Solo los espacios intermedios entre los edificios representan la escala y espíritu de esta pequeña aldea. La imposibilidad de salir de forma directa a estos espacios y la dureza de los mismos hace que rápidamente vayan cayendo en desuso. Los vecinos se apropian de los espacios de paso más cercanos, aunque menores, como portales y alcorques.

 

Los vecinos se apropian de los lugares más inesperados, creando una nueva forma de leer la colonia más allá de su geometría formal. Se crean nuevas formas de habitar la calle, un lenguaje en que el mobiliario urbano o los alcorques adquieren nuevos matices. La apropiación parte de la casa y busca el respaldo en las esquinas de la colonia, donde aparen las sombras y las texturas.

Dibujamos el proyecto sobre las miradas a Viladomiu, pensando lo que significan los conceptos peatonal, jardín, galería en una aldea de 90 habitantes. Las lógicas son distintas a las de una ciudad, ya que la forma en que se viven lo es, pero sus preexistencias también. Trabajar con el residuo es la forma de afrontar un mayor cambio en todo el espacio urbano, invirtiendo el actual diseño para dar prioridad a la lentitud, al peatón, al tiempo y al clima.

 

Estrategias

recolocación de pavimento

salir a pie de calle

gestión del agua

(aguas grises y jardines de lluvia)

 

Aguas grises

Una vez el vínculo entre interior y exterior ya está forjado, es importante reforzarlo. El sistema de aguas grises permite que todo aquello que pasa en la cocina, el corazón de la casa, sea reflejado en el exterior y sus jardines. Las plataformas que prolongan la galería se convierten en depósitos dónde cada vecino almacena su agua de regadío. Esta acción es una manera automática de concienciar a los habitantes sobre el uso del agua. Al tratarse de una agua de consumo propio, puesto que va al jardín de su propiedad, es casi automática la dinámica de su uso, generando así un vínculo entre las tareas del hogar, la costumbre y la naturaleza.

Jardines de lluvia

Actualmente, Viladomiu consta con una red no separativa. Todos sus bajantes pluviales se unen a la red general, ya sea por el interior de la vivienda como por su fachada. La estrategia adoptada para separar las redes y a su vez aprovechar el agua de lluvia es la sustitución de partes de los bajantes. Estos son cortados antes de entrar en el edificio o hundirse en la tierra para encontrar la canalización. En esas zonas donde emerge el agua pluvial se generan jardines de lluvia que se alzan sobre una cama de gravas. Esto permite que el terreno natural filtre de manera más eficaz. En estos jardines predominan las gramíneas que con su altura aportan privacidad entre los vecinos.

 

Recolocación de pavimentos

Unos de los principales problemas ya comentados es la dureza de los pavimentos. Dónde antes había verde, ahora lo ocupa una capa que aún ser de piedra, se aleja de la esencia de la colonia. Para fortalecer el vínculo entre el habitante y aquello que lo rodea, se opta por levantar el pavimento. Bajo él se encuentra el terreno natural y su vegetación que, aunque ha estado cubierta durante años, sigue buscando la luz solar y lucha para sobrevivir.

Planta de pavimentos estado previo.

Planta de pavimentos tras la propuesta.

Retirada del pavimento de las aceras para la creación de zonas verdes autogestionadas.

Reutilización de la piedra para la creación de un nuevo pavimento permeable en las zonas de paso exclusivamente peatonal.

Salir a pie de calle

La condición innata de vivir en planta baja refleja la necesidad de unir el entorno con la vivienda. La naturaleza lucha por entrar y conquistar, al igual que el vecino desea ocupar el espacio exterior con la vida de la casa. La apertura de puertas en muchas de las fachadas y la comunicación con escaleras cuando el desnivel no permite una salida directa son las soluciones optadas para romper esta barrera. De este modo la relación es directa e inevitable. La naturaleza encuentra su triunfo en la domesticación y el habitante en la apropiación de una parte de ella.

Imágenes previas de la apropiación de los vecinos de los espacios exteriores de la colonia

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