Los mismos lugares
Grabado y bordado
En proceso
Arquitectura, espacio y casa son palabras recurrentes dentro y fuera de los ámbitos artísticos. Son entes que nos rodean tan amplios como difíciles de definir si intentamos reflejar sus recovecos. Estos conceptos son profundamente culturales y su significado cambia con la edad, la formación y el entorno.
La mirada a la casa es muy distinta a la del resto de arquitecturas. La vivienda tiene en sí un trasfondo de complejas interrelaciones personales con el espacio. Un hogar siempre será un nido, una expansión del propio cuerpo y mente convertido en lugar. Dentro de la arquitectura moderna, la vivienda ha sido el punto de investigación por antonomasia. Coexisten en la actualidad dos corrientes contrapuestas en el entendimiento de la arquitectura: una seguidora del movimiento moderno, más alienante y fría; otra centrada en la conservación de un patrimonio mueble que refleje las formas ancestrales de vivir.
La casa desde dentro, el espacio como cerrado, la arquitectura como inconclusa. Esta mirada permite ver desde una escala menor muchos de los paradigmas de la arquitectura contemporánea. Desde la infancia percibimos la casa como un ideal muy alejado de la realidad, imaginando y dibujando el arquetipo del hogar tradicional: una vivienda unifamiliar con cubierta a dos aguas, una pequeña puerta, dos ventanas, un árbol. Nos negamos a creer que vivimos junto a otros.